La lana artesanal, es trabajada en ruecas. Recién llegado de la esquila, el vellón se carda. Se separan las fibras, se les quita la suciedad, los carditos, las ramitas que se le pegaron a la ovejita en el invierno, y se ponen las fibras en paralelo. Luego suavemente se introducen en la rueca que gira a 700 vueltas por minuto.
Se va llenando el carretel, luego se quita el exceso de torsión y se devana.
Se lava, se tiñe, se seca, se coloca en madejas y a tejer se ha dicho....
Nacimos del deseo de volver a lo natural, a hilar y tejer a mano. En este proceso, nos convertimos en una empresa con responsabilidad social, que respeta el comercio justo y el consumo responsable. Nos gustaría que nos siguieras en este camino. Visitamos y verás que vale la pena